POR :ALIRIO EDUARDO RODRIGUEZ BELTRÁN
EL HOMBRE EN LA BUSQUEDA DE DIOS
Ante todo debemos ser conscientes , que la búsqueda de Dios se ha dado en resultados íntimos y presentes del ser humano, en orden a su estado cultural , como ventana de identidad , en su obrar en cuanto a la experiencia que posee del acontecer de la última y primera realidad presente y entendida en su vida a la cual llama Dios , Ser supremo, primera Causa , de acuerdo al punto de vista en que se dirija este enfoque, bien sea filosófico ,teológico, espiritual o científico elementos bases que dan lugar , al vislumbramiento cultural del individuo.
Surge un interrogante: ¿Qué es cultura? “núcleo de ideas creencias y valores adquiridos por el hombre, en su trato con el mundo y con sus semejantes, transmitido por aprendizaje y no por herencia biológica” al hablar de filosofía nos dice “es un conocimiento reflexivo, que descubre y clarifica el sentido profundo de las cosas, y de los acontecimientos incluida la cultura”
Tanto en un camino como en el otro el hombre siempre se ha encontrado ante la idea de Dios , que está plasmada en la historia misma y en el pensamiento, que le lleva a contemplar lo sagrado que se presenta como la experiencia esencial del hombre según da a entender Mircea Eliade, ya que el hombre como el mismo refiere no es un ser alienado, sino aquel que encuentra el sentido a su existencia y que para hacerlo se inserta en y desde su propio nivel cultural , sirviéndose de signos y símbolos que le permiten palpar y escudriñar más de cerca esta realidad, que al mismo tiempo le preocupa , le da certeza y le interroga sobre su próximo futuro , desde el presente material y el todo espiritual.
En nuestra realidad histórico cultural prehispánica , encontramos gran riqueza de manifestaciones de determinados pueblos , que mediante sus ritos símbolos y signos propios, han expresado sus ideas y creencias intentando encontrar respuesta al interrogante sobre el fin último de su vida y el camino que conduce al mismo; en el caso de la cultura muisca a sabiendas de su identidad indígena , rescatamos el valor común que tienen en cuanto a su expresividad y concepción de la vida y la muerte , y lo que significa la realidad después de esta para ellos.
La idea en ellos de Ser supremo se agrupa pese a que no lo manifiesten abiertamente, en un solo Ser que sin ser conscientes de su perceptibilidad, está representado en el conjunto de signos materiales y rituales practicados en torno a las realidades mismas de la creación como el sol, la tierra, la luna , las estrellas , el agua etc. Hechos que leídos desde la teología como estudio de Dios en cuanto a Dios, que se revela a través de muchas maneras, ha inscrito mediante la ley natural, el orden de la naturaleza misma mediante el deseo en el corazón del hombre, de percibir la grandeza de su creación y su presencia en ella misma , será lo que aquí llamamos la “seminas Verbi” o semillas del Verbo presentes en el corazón, aun de aquellos que ignoran la unidad del Ser Supremo ; pero que experimentan el anhelo y la necesidad de trascender, libremente en el ejercicio de su quehacer cultural mediante la adoración, en el caso de la cultura indígena en lo que atañe a las realidades astrales y terrenas a las cuales consideran divinidad, que en realidad son obra creadora de Esta y a través de los cuales se percibe su presencia ; hay que decir entonces : que si no hubiese presencia del Creador en su creación misma ,que nos atrae hacia El, no encontrarían sentido, estas manifestaciones socio culturales que enmarcan el hecho religioso de esta cultura indígena ,manifestado a través de determinados actos rituales y cultuales ; no por ello podríamos juzgarlos, ya que es resultado y el producto de la ignorancia docta ,es decir del desconocimiento de la realidad concreta del Ser Supremo Dios , pero que les ha llevado a mantenerse unidos en comunidad y a seguir el camino que les conduce, a encontrar la respuesta al gran interrogante de su fin último.
Este movimiento analizado desde el ámbito racional, para realizar una reflexión ,descubrir y clarificar los aspectos de su cultura y los acontecimientos de la misma, no contradice tampoco el quehacer teológico mediante el cual nos interrogamos por su visión de trascendencia y conciencia del Ser supremo, en cuanto que es , y su manera de manifestarse; tampoco hallamos discrepancias en la visión espiritual ,por la cual se manifiestan y se relacionan ya que la fe atañe indistintamente, del sujeto y el entorno en el que se desenvuelve ; independiente mente de su caminar cultural, se manifiesta desde la racionalidad y el medio en el cual se desarrolle cada cultura y que da lugar y constituye el hecho religioso.
La búsqueda de un ser Ultimo, Creador providente se convierte entonces en principio organizativo de la sociedad cualquiera que esta sea, en el caso de la comunidad científica afirma Stegmutler ,“ Hay que creer en algo para poder hablar siquiera de saber y de creencia” En las comunidades indígenas como la que nos atañe en cuestión, se enmarca la realidad espiritual que identifican de acuerdo a su cultura . En todas las culturas se habla del encuentro con una realidad superior, de valor netamente distinta a lo terreno, que confiere el sentido pleno a la vida.
Para las religiones monoteístas, es inexplicable el Ser Supremo sin la Auto Revelación Divina, que sustituya las hierofanias, por la teofanía, su máxima expresión es la “Encarnación de Dios en Jesucristo” como lo menciona M Eliade. Por lo tanto el hombre indistintamente de la cultura a la cual pertenezca busca el sentido a su realidad profunda, para definir mediante el pensamiento el fondo de lo real, que hace que sea todo cuanto existe, realidad patente en quien creemos y a quien nosotros llamamos Dios.
jueves, 13 de mayo de 2010
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